Introducción
Sector dedicado al transporte marítimo o
fluvial. El transporte de pasajeros fue en el pasado un componente
importante de las actividades navieras, pero la aparición de los aviones
comerciales limitó en gran medida esa función. Sin embargo, el enorme
aumento de determinados tipos de carga, como el petróleo, ha compensado
con creces la reducción del tráfico de pasajeros. Las materias primas
como minerales, carbón, madera, cereales y otros alimentos determinan un
enorme volumen de carga que no deja de crecer; por otra parte, el
transporte de productos manufacturados ha aumentado muy rápidamente
desde la II Guerra Mundial.
Historia
Es
posible que las actividades navieras comerciales comenzaran con los
mercaderes de Fenicia, que tenían sus propios barcos para transportar
productos por el Mediterráneo. Sus prácticas fueron adoptadas por los
mercaderes de las antiguas Grecia y Roma. El dominio marítimo de los
árabes durante la edad media dio paso al auge comercial de las
repúblicas marítimas italianas. Entre los siglos XIV y XVI, los
venecianos y los genoveses poseían una enorme flota mercante que servía
exclusivamente a los intereses de los comerciantes y de sus respectivas
ciudades - estados . Durante este periodo, la invención de la brújula
permitió la navegación oceánica. Los españoles y portugueses acometieron
esta empresa y en pocos años descubrieron gran parte de las tierras aún
no conocidas del planeta. Desde 1600 hasta 1650, los holandeses fueron
los principales navieros, y mantenían un servicio mundial de barcos sin
trayectos fijos para uso de los comerciantes de Europa occidental.
Avances del siglo XIX
Hasta
el siglo XIX los barcos eran propiedad del comerciante o de la compañía
comercial; no existía un servicio público de transporte marítimo o
fluvial.
El 5 de enero de 1818 el velero estadounidense James
Monroe, de la Black Ball Line, zarpó de Nueva York con destino a
Liverpool, en el primer servicio público de línea regular. Con su
política de realizar viajes regulares y aceptar cargas en lotes menores
que la capacidad del barco, la Black Ball Line revolucionó las
actividades navieras.
Dos avances tecnológicos aceleraron la
evolución hacia las prácticas navieras actuales: la propulsión a vapor y
el uso del hierro para la construcción de barcos. En 1819 el velero
estadounidense Savannah cruzó el Atlántico propulsado por vapor durante
parte del viaje, con lo que preparó el camino para que el buque
británico Sirius, en 1838, cruzara el Atlántico con propulsión
exclusivamente a vapor. El primer barco con casco de hierro fue el
velero Ironsides, botado en 1838 en Liverpool.
La apertura del
canal de Suez en 1869 tuvo una gran importancia económica para las
actividades navieras. La finalización del canal, que coincidió con el
perfeccionamiento del motor alternativo de triple expansión —fiable y
económico en comparación con los primeros motores—, hizo posible un
servicio rápido entre Europa occidental y Asia. El primer barco de vapor
diseñado como buque cisterna oceánico fue el Glückauf, construido en
Gran Bretaña en 1886. Tenía un peso muerto de 2.740 toneladas (el peso
de la carga, pertrechos, combustible, pasajeros y tripulantes con el
barco a plena carga) y alcanzaba una velocidad de 11 nudos (20 km/h).
El siglo XX
Uno
de los avances tecnológicos producidos a finales del siglo XIX fue el
desarrollo de la turbina compuesta de vapor, inventada por el británico
Charles A. Parsons y adaptada para su uso naval en 1897. En 1903, el
Wandal, un paquebote del Volga, fue el primer buque propulsado por un
motor diesel.
El barco danés Selandia, que entró en servicio en 1912, fue el primer buque marítimo de motor.
Después
de la I Guerra Mundial se efectuaron avances significativos,
especialmente en el perfeccionamiento de la propulsión turboeléctrica.
Durante la II Guerra Mundial, la soldadura sustituyó a los remaches en
la construcción naval.
El 22 de mayo de 1958 comenzó en Camden
(Nueva Jersey) la construcción del primer barco de propulsión nuclear
para pasajeros y carga, el Savannah, que fue botado en 1960. En 1962 fue
vendido a una empresa privada para su uso comercial experimental, pero
resultó un fracaso financiero.
Tipos de industria naviera
El
sector naviero es una actividad privada de servicios, de naturaleza muy
competitiva. El sector se divide en varias categorías: servicios
regulares, servicios sin trayecto fijo, servicios industriales y
petroleros. Todos estos servicios se valen de rutas comerciales
establecidas.
Rutas comerciales
La
mayoría de los barcos utiliza un número relativamente pequeño de rutas
océanicas principales: la del Atlántico Norte, entre Europa y el este de
América del Norte; la ruta del Mediterráneo a Asia, a través del canal
de Suez; la ruta del canal de Panamá, que une Europa y la costa oriental
de América con las costas occidentales de América y con Asia; la ruta
surafricana, que une Europa y América con África; la ruta americana,
entre Europa y América del Norte y América del Sur; la ruta del Pacífico
Norte, que une el oeste de América con Australia, Nueva Zelanda,
Indonesia y el sur de Asia. La antigua ruta del cabo de Buena Esperanza,
descubierta por el portugués Vasco da Gama y acortada con la apertura
del canal de Suez, ha vuelto a ser usada por los petroleros gigantes que
viajan del golfo Pérsico a Europa y América. Muchas rutas más cortas,
algunas de ellas costeras, también son muy transitadas.
Navegación costera
Técnicamente,
la navegación costera es la realizada a menos de 20 millas de la costa;
en la práctica, sin embargo, las rutas de navegación se extienden a una
distancia mayor por razones de economía y seguridad. Según la
restricción conocida como cabotaje, muchos países sólo permiten el
comercio costero a los barcos de bandera propia. En varios países
europeos pequeños no se aplica esta restricción y son frecuentes los
viajes cortos internacionales. Una característica especial de la
navegación costera en Estados Unidos es el comercio entre la costa del
Pacífico y las costas del Atlántico y del golfo de Florida. Los barcos
dedicados a ese comercio navegan por alta mar y utilizan el canal de
Panamá; sin embargo, están cubiertos por las leyes de cabotaje. En la
navegación costera y de distancias cortas se utilizan frecuentemente
barcos especiales, como transbordadores de automóviles o de trenes.
Aguas interiores
Una
parte importante de toda la navegación mundial tiene lugar en aguas
interiores, es decir, ríos, lagos y canales. Generalmente, para esta
navegación se emplean barcos más pequeños y ligeros, aunque en algunos
casos los barcos oceánicos también navegan por aguas interiores. El uso
de contenedores y de buques portagabarras y portabarcazas ha facilitado
la transferencia de carga entre los buques oceánicos y los de aguas
interiores.
Servicios de línea regular
Estos
viajes se llevan a cabo de acuerdo a un programa regular y con rutas
fijas. Los cargamentos se aceptan bajo un contrato denominado
conocimiento de embarque, que el armador del barco expide al cargador.
En general, la competencia en este tipo de servicios se regula mediante
acuerdos entre las compañías navieras que establecen las condiciones de
los servicios y determinan las tarifas de pasajeros o carga.
Barcos sin trayecto fijo
Estos
barcos, denominados también de servicio general, no mantienen rutas ni
servicios regulares. Generalmente transportan para un único cargador un
lote que ocupa todo el barco. La carga suele consistir en materias
primas a granel, como cereales, minerales o carbón, para las que se
necesita un transporte poco costoso.
Los barcos sin trayecto
fijo suelen clasificarse por su uso más que por su diseño. Normalmente
operan con un contrato de flete, es decir, un contrato por el uso del
barco.
Los contratos de flete son de tres tipos: el contrato
por viaje, el contrato por tiempo y el contrato de cesión de buque. El
contrato por viaje, el más común de los tres, prevé el transporte de una
carga concreta en un único viaje entre dos puertos, a cambio de una
cuota acordada; el fletador proporciona todos los atracaderos de carga y
descarga y los agentes portuarios, mientras que el armador es
responsable de proporcionar la tripulación, manejar el barco y asumir
todos los gastos relacionados con el viaje, salvo que se acuerde otra
cosa. El contrato por tiempo implica el alquiler del barco y la
tripulación por un periodo determinado; este tipo de contrato no
especifica la carga que se va a transportar, sino que pone el barco a
disposición del fletador durante un tiempo determinado; el fletador debe
asumir el coste del combustible y las cuotas portuarias. Por el
contrato de cesión de buque se alquila el barco a un fletador que
dispone de la organización, haciéndose responsable de todos los aspectos
de la operación.
Los principales países propietarios y
operadores de buques sin recorrido fijo son Noruega, Gran Bretaña, los
Países Bajos y Grecia. La capacidad de carga de un barco moderno de este
tipo es de unas 12.000 toneladas de peso muerto, y su velocidad es de
unos 15 nudos (28 km/h). Últimamente se suelen utilizar barcos de unas
30.000 toneladas de peso muerto, sin un gran incremento de velocidad.
Buques industriales de carga
Los
buques industriales de carga son barcos utilizados por grandes empresas
(que pueden ser las propietarias, o simplemente ser fletados por éstas)
para realizar el transporte necesario para los procesos de fabricación y
distribución, cuyas escalas y programa de viajes son determinados por
las necesidades específicas de los propietarios. Muchas compañías
petroleras tienen grandes flotas de petroleros oceánicos, remolcadores y
barcazas fluviales para transportar petróleo a las refinerías y
distribuir los derivados.
Petroleros
Todos
los petroleros efectúan servicios de transporte privados o por
contrato. En la década de 1970, aproximadamente el 34% de la flota
mundial de petroleros (con un total de 200 millones de toneladas de peso
muerto) era propiedad de compañías petroleras; el resto pertenecía a
armadores independientes cuyos barcos eran fletados por dichas
compañías. Los llamados superpetroleros (que superan las 100.000
toneladas de peso muerto) se utilizan para transportar petróleo crudo
desde los campos petrolíferos a las refinerías. Los productos refinados
como la gasolina, la parafina o los aceites lubricantes se distribuyen
mediante buques cisterna más pequeños, generalmente de menos de 30.000
toneladas de peso muerto, o mediante barcazas.
Tipos de barco
Los
barcos mercantes se dividen en barcos de pasajeros, cargueros y buques
cisterna. En el apogeo del transporte marítimo de pasajeros, los barcos
más grandes y elegantes eran los famosos transatlánticos que, a mediados
del siglo XIX, cruzaban regularmente el Atlántico Norte para comunicar
América y Europa. Los buques no sólo competían en tamaño y equipamiento,
sino también en velocidad, y transatlánticos como el Mauretania, el
Queen Mary, el Queen Elizabeth, el United States o el France redujeron
gradualmente el tiempo de travesía del Atlántico Norte a menos de cuatro
días. El tamaño de estos barcos, con un peso que oscilaba
aproximadamente entre 45.000 y 75.000 toneladas y una eslora de hasta
más de 300 m, era gigantesco para la época, aunque los modernos
petroleros los han superado ampliamente. Los actuales buques de
pasajeros se dedican fundamentalmente a viajes de crucero.
Cargueros
Los
cargueros transportan productos envasados, carga normalizada (carga en
la que se unifican varios productos en una gran unidad de transporte
para facilitar su manejo) y cantidades limitadas de cereales, minerales y
líquidos como látex o aceites comestibles. En algunos cargueros se
admite un pequeño número de pasajeros. Para transportar determinados
tipos de carga, como vehículos de motor, se diseñan y construyen barcos
especializados.
Barcos de contenedores
A
finales de la década de 1950, los barcos de contenedores marcaron la
pauta del cambio tecnológico en el manejo de la carga y vincularon la
industria del transporte ferroviario y por carretera con la navegación
oceánica. Estos barcos altamente especializados pueden descargar y
cargar en un solo día, frente a los 10 días necesarios para un barco
convencional del mismo tamaño. Los buques portabarcazas o portagabarras
son una evolución de los barcos de contenedores; pueden transportar unas
38 barcazas, o hasta 1.600 contenedores, o una combinación de
contenedores y barcazas. Su diseño les permite transportar cargas
incluso a puertos poco desarrollados, sin necesidad de atracar.
Buques cisterna
Los
buques cisterna están diseñados específicamente para transportar cargas
líquidas, generalmente petróleo. Los superpetroleros tienen numerosos
compartimentos, y llegan a alcanzar el millón de toneladas; a pesar de
su gran tamaño, su construcción es sencilla y también lo es su manejo.
Un problema importante con los petroleros gigantes es el grave daño
medioambiental que causan los vertidos de petróleo provocados por
colisiones, daños debidos a tormentas o filtraciones producidas por
otras causas.
Otros buques cisterna especializados transportan
gas natural licuado, productos químicos líquidos, vino, melaza o
productos refrigerados.
Tratados y convenciones
A
lo largo de los años se han adoptado numerosos tratados y convenciones
con el objetivo de mejorar la seguridad marítima. Uno de los más
importantes, firmado en 1913, después del desastre del Titanic, supuso
el establecimiento de la Patrulla Internacional de Icebergs. La
Convención Internacional de 1930 sobre Líneas de Máxima Carga reguló la
carga de los buques según su tamaño, cargamento y ruta. La Convención
Internacional para la Seguridad Marítima, que regula la construcción de
buques, fue ratificada por la mayoría de los países marítimos en 1936, y
desde entonces ha sido frecuentemente actualizada.
http://html.rincondelvago.com/industria-naviera.html
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domingo, 15 de octubre de 2017
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